"En un fragmento de los últimos años, Nietzsche escribe: "Sin fe cristiana, decía Pascal, vosotros seríais para vosotros mismos, al igual que la naturaleza y la historia, un monstruo y un caos. Nosotros hemos cumplido esa profecía" (W.z.M.,nº.83). El hombre del arte es el hombre que ha cumplido la profecía de Pascal y, por tanto, es "un monstruo y un caos". Pero este monstruo y ese caos tienen el rostro divino y la sonrisa de Dionisos, del dios que, en su danza, convierte el pensamiento más abismal en el gozo más alto, y en cuyo nombre, ya en la época de El Nacimiento de la Tragedia, Nietzcshe había querido expresar la esencia del arte. AGAMBEN, El hombre sin Contenido. Ed. Altera