De cómo acerico no alcanzó a ser rostro, cara.
ACERICO
(Del dim. de *hazero, almohada, y este del lat. vulg. *faciarius, de facies, cara).
1. m . Almohadilla que sirve para clavar en ella alfileres o agujas.
2. (...)
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I. RECHAZO A LA PARADOJA : ¿ES LA SERIE DE ACERICOS UN RECHAZO A LA PARADOJA DE LACAN? (Leyendo la Lógica del Sentido de Deleuze). Parecería que con esta serie de acericos respondo, con lo que parece una reacción centrípeta, a la paradoja de Lacan : "(...)De la instancia paradójica hay que decir que nunca está donde se la busca, y que, inversamente, no se la encuentra donde está. Falta a su lugar (...)"
II. INCLUSIÓN EN LA PARADOJA : Inversamente, los acericos, (que responden, aparentemente y en un primer lugar, a la lógica de lo uno o de lo mismo y son por tanto un rechazo de la paradoja) son, en cuanto serie inconclusa y mutante, parte de la paradoja.
Son y no son desplazamiento, son y no son repetición.
Esta última reflexión indicaría que esta serie de acericos son una paradoja de paradojas.
III.ARQUETIPOS: Vivir justo en el vértice, en la arista que mantiene a uno despellejado, como si se tratase de la piel de un gran quemado, permite a uno mantenerse deseante, vivo, y a la vez, lo convierte en Tántalo, como alguien me ha hecho observar hace poco.
Tántalo, Sísifo y otras figuras o arquetipos, mejor que Ícaro, añadiría.
IV. VICTIMISMO: Ícaro como santo asaetado, como los toros acericos, como el rostro ensangrentado de espinas ¿No son en realidad una reedición del victimismo? Así pues acerico, en el fondo, más que una metáfora del duelo o del dolor, es una voz victimista que habla con la lengua del resentido (en un sentido nietzscheano).
V. SABER. Llevar a la consciencia todo lo anterior colapsa el proceso creativo. Detiene el proceso de generación de acericos durante días, meses. Como si la verbalización racional segase los procesos simbólicos pre-conscientes.
VI. REPETICIONES. Si el proceso se regenera, vuelve a empezar, es de otra manera, permite la distancia frente a la obra. Aparece una obra menos visceral y turbia. Permite una formalización distinta. ¿Se avanza? Preventivamente prefiero no pensar mientras se producen procesos de este tipo.Si el conflicto reaparece, también aparece el acerico guardado "por si acaso", asoma la cabeza de alfileres con su rostro partido de ausencia de vida. Siempre identifiqué la vida con el tiempo; y el tiempo, dicen muchos, no es más que una sucesión de instantes.La Isla fue desplazándose, inmóvil, en el horizonte, como una pesadilla en un desierto salado.
VII. DAR LA VUELTA AL CALCETÍN. Las agujas de acerico siempre están vueltas hacia uno. Pero sin embargo los dibujos de verano de 2007 han realizado un giro sorprendente: El lápiz, más libre, sin la rigidez del MISMO objeto fotografiado, invierte el sentido de las agujas. Ya no son agujas hacia uno sino espinas de un objeto exterior que se desplaza respecto a uno. No se posee la llave para desactivar el dolor, ni para moderar las espinas, ni para acortar el viaje de Odiseo.
VIII. ¿ES ÉSTE UN TRABAJO OUTSIDER? Perseverar como un artista outsider en mis acericos ¿Qué tienen en común Picasso y Judith Scott?
IX. ¿LO ZOOMÓRFICO ME ES PROPIO? En torno a las obras de otoño de 2007.
Los acericos devienen tortugas acericadas. El objeto de sentido, aparentemente absurdo, de un pseudoalfiletero se zoomorfiza para actuar de señuelo hacia el deseo del otro. ¿Qué profundidad alcanza una tortuga acericada para mí?
X. REDONDEO. En los dibujos se aprecia claramente un redondeo de las protuberancias. Conos desbastados como guijarros de río. Agua de nuevo. Fluidos.
El alfiletero de heridas oxidadas se endulza con aceites y, al fin, empieza a eclosionar una fruta porosa, generosa, tropical, rica, erógena, amplia…
Dibujos y danzas de primavera para un invierno extraño. (2008)
XI. EL CICLO. Se trata del círculo vergonzoso y perverso. Se trata del ritmo cíclico conocido.
A la húmeda fruta generosa, de amplios poros, le han vuelto a crecer espinas.
¡Qué sentido tiene que vuelvan a crecer espinas, pelos erizados sin hemorragia ni dignidad!
De pura vergüenza las espinas aparecen, se atrofian y caen.
Acerico se vuelve tubérculo rugoso, seco, horadado, apagado.
Como una trufa. Manjar para cerdos.
XII. PARALELISMOS. El trabajo con acericos es un viaje a lo psi tras un período vertebrado desde lo político; El proyecto más o menos frustrado del Tiempo de Seth. Éste bien podría explicarse en las obras de otros artistas que descubro hoy: Encuentro en Alice Creisher algunos paralelismos con mi proyecto.
Inversamente, los días acericados están más emparentados con la disciplina oriental de On Kawara (23 de marzo de 2008) .
XIII. RESISTENCIA. Acerico es parecido a una planta moribunda que resiste sin luz junto a un ventanuco invernal. Otrora pujanza de rojos y amarillos.
XIV. CORAZÓN. Ya tempranamente abrimos sin pudor nuestro acerico. Sus tripas decepcionaban aún más que su piel rugosa.
El sujeto, podría pensarse dentro del marco desde el que hablamos, reposa en la nada, es cáscara, piel; (ella es lo más profundo que hay). Su núcleo es un desolado vacío. En el caso de los acericos, tan sólo podredumbre minada.
Si el exterior rugoso ha perdido sus espinas e, inversamente, sus agujas (de pura vergüenza ajena y cansancio o saturación del deseo) debemos avanzar hacia el abismo (con bloc antiguo, lápices, portaminas y hábito de trabajo).
XV. DIGNIDAD. Por definición, un acerico carece de dignidad. O mejor dicho, le falta dignidad para llenar su podredumbre sin semillas regadas de savia.
Por ello, cuando acerico empezó a hincharse, como una fruta del Paraíso, se acercó al espejismo de su falta. Era imagen húmeda de la plenitud, es decir, de algo que podríamos llamar dignidad. Dignidad frutal.
La dignidad como recinto frugal.
XVI. ACERICO Y METAFÍSICA (mediados de abril)
La piel que rodea el núcleo vacío no es una materia cualquiera. Se trata de un tejido densísimo, ni opaco ni transparente. Un material luminoso y antibacteriano como la plata. Filtro de sano y buen amor: translúcido.
Lo que rodea el núcleo del acerico es la base.
XVII. CEGUERA. Acerico no tiene los ojos grandes. De la ancianidad acerico tiene la vista. Como si el nervio óptico se hubiese ido consumiendo, secando, atrofiando.
La ceguera: sólo boca y ano, como un equinodermo.
XVIII. MAGNITUD. La magnitud de un acerico es media, aunque en algunas ocasiones puede tener la enormidad de una galaxia espiral o la insignificancia de una nariz roja.
XIX. ARTE POP. Acerico no desdeña el arte pop. En ocasiones encuentra su espejo tras la luna de un restaurante oriental de una calle de Barcelona cargado de palilleros o colgado del techo de una tienda de objetos de plástico hinchados de aire frente al MACBA.
XX. CONTRADIRECCIÓN. Nuestro objeto se sitúa en dirección opuesta a la Tierra Prometida del judaísmo o a las fuentes ajardinadas del Islam. Es la no-piel del ser amado.
XXI. GALAXIAS. Llamamos, por ejemplo, a la galaxia M 104 “Sombrero”, a la M 101 “Molinete”, a la M 63 “Girasol”, a la M 51 “Remolino” o a la NGC 4565 “Aguja”. Lúdicamente pensamos que debería existir una llamada algo así como SC 71 “Needle Case Galaxy.”
XXII. REALIDAD Y JUEGO. Acerico es metáfora de un juego truncado o de un juego imposible. ¡Imaginar la pelota de un niño a la que le hayan crecido astillas!
XXIII. ESTÉTICA Y PLÁSTICA. Un día acerico despertó siendo una mujer con la cara de pasa y ojos pesados. Veloz, acudió a una clínica y se le practicaron infiltraciones y estiramientos. Al día siguiente tenía ojos de gacela y labios de mermelada sintética.
En vez de agujas, esta vez, le había crecido una máscara que le cubría la calavera.
XXIV. LA SETA. Una de las floraciones de la brecha que escinde sujeto y objeto es el arte. Acerico ocupa el lugar de un hongo.
XXV. UN LÍO. Hoy, en mis dibujos, las agujas se transformaron en finísimas espinas y las espinas en filamentos de una madeja sin principio ni fin.
XXVI. ROMO. Hoy, en los dibujos, aparecieron protuberancias romas. Una espina, si roma, no lo es.
XXVII. ENCUENTRO. Del encuentro de dos acericos resulta el masivo solapamiento de brechas de sus aceros.
XXVIII. MORDISCO. Si un erizo de mar es arrancado y lanzado desde su roca al abismo devendrá el Círculo Negro de Malévich.
XXIX. REGALO DE ACERICO (19 de mayo de 2008). Llegar a ser una alga verde transparente, liviana, sin peso, que flote más allá de la superficie del agua, arrastrada por la brisa al polvo, allí, deshacerse en migas secas. Nada.
XXX. NADA. A diferencia del vacío matemático, la nada de una existencia puede figurarse con mugre en las esquinas y poco más. En tal ecosistema, acerico muere de inanición a los pocos días.
XXXI. HIENA. En el peor de los casos la floración, a modo de esfera con púas, crece en el intersticio de la dentadura de una hiena moteada hembra.
XXXII. FILIGRANA. Si hubo filigrana en el papel que sobrevivió a la batalla de Talas, en el 751, debió ser, sin duda, una transparencia acericada.
XXXIII. PELAMBRERA. Del barullo de líneas de espinas de entidades en contienda nace una maraña de pelos.
XXXIV. CAPILARES. La red de capilares de la esfera despertó con nuevos latidos. Sangre más espesa, células más ágiles y abundantes. Desde la ventana vi una eclosión de burdeos, carmines, púrpuras.
XXXV. REBELDÍA. Un día decidió borrarse; Suprimir los treinta y cinco puntos. A cambio, como tributo, debía tatuarse a sí mismo en la piel, como registro permanente de lo que fue.
XXXVI. HASTA QUE SÓLO QUEDE LA BORRA. Borrarse con lluvia de este mayo generoso. Difuminar las aristas y los vértices hasta ser una esfera borrosa y gris.
XXXVII. CUERPO GEOMÉTRICO. He comprobado que algunos niños de ocho y nueve años pueden concebir que un acerico es un cuerpo geométrico paralelo a una esfera. Cuerpo esférico paradójico al que le han crecido millones de vértices.
XXXVIII. NEÓN. Supongo que Cai Guo-Qiang es un nuevo artista chino estrella. Sus escenográficas explosiones de neón me recuerdan, sin gustarme, a acericos pirotécnicos.
XXXIX. SIN/CON. Sin extremidades de elocuencia. Con extremidades de invisibilidad.
XL. MONOLITO ERRÁTICO. Acerico es un monolito errante. Así se me antoja, también, Francesc Torres.
XLI. GRAFO AFILADO. Dormido, sin darse cuenta, con la intención de encontrar grafismos, se arañó profundamente la piel del antebrazo con un lápiz afilado.
En vez de espinas, lápices.
XLII. PUJA. Es difícil escribir, sin dibujar, la densidad de rizomas que se generaban en distintas oleadas y generaciones concéntricas. A través de esa maraña se abrían ríos que pujaban para abrazarse al exterior.
XLIII. HOMBRE. Organisator, Kombinator, Prominent; Musselmann. (Hoy acerico es Primo Levi).
XLIV. LIBRO. Durante este largo verano se abre un voluminoso libro de dibujos de acericos. Sólo dibujos sí, pero con honesto afán de laboratorio y disciplina.
XLV. OJO. Acerico de humor vítreo, iris, pupila, retícula, punto ciego… la forma de los dibujos muta estos días en forma de globo ocular.
XLVI. SUPERFICIE DE REVOLUCIÓN. Acerico se seccionó en placas. Una de ellas, como circunferencia, empezó a girar hasta devenir, geométricamente, un toro.
XLVII. MEDIA SECCIÓN. El toro se partió en dos. El medio toro metamorfoseó sus dos cortes en ojos. Unas gafas metafísicas para torpes.
XLVIII. BRECHA. La polaridad de estas lentes metafísicas no oculta su imposibilidad: la media sección de toro emborronado, garrapateado, muestra su brecha.
XLIX. GAFAS. Las gafas metafísicas enquistadas, ocultan, finalmente, el vacío constitutivo del rostro/acerico.
L. NI IDEA. Si un toro, o sus secciones, es un objeto topológico ¿En qué punto se cruza la topología algebraica con las derivas que apunto en torno al “pobrecito acerico”?
LI. RELACIÓN. ¿En qué medida se establece la relación entre un toro, una banda de Möbius, un Cross-Cap, una Botella de Klein o un acerico?
LII. PARADOJAS. Una noble promesa ocupa, simultáneamente, el mismo lugar que la mayor de las estupideces. Paralelamente el lugar de una persona es proporcional a su no lugar: La no-persona. (Acerico da cuenta de este tipo de paradojas).
LIII. ¡DUERMO DULCE 'Ilion !
“¡Héctor y demás jefes de los troyanos y los aliados!
Insensato es guiar los ligeros caballos a través de la fosa
Es muy difícil de atravesar, pues está erizada de estacas
puntiagudas y contiguo a ellas está el muro de acerico .
Allí no hay medio de descender ni de luchar yendo con carros,
pues es un paso angosto, donde creo que nos herirán.
[(…) y difícil/ es en extremo atravesar la fosa; / pues se yerguen en ella/ estacas aguzadas y tras ellas/ de acerico el muro se yergue.]
LIV. CORDERO ¿Qué tienen en común Nancy Spero, Antonin Artaud, Primo Levi y acerico? Los tres parten del punto de vista del cordero.
LV. ENCOUNTERS . Un lugar justo para dejar reposar o morir al taciturno acerico: La Antártida de Werner Herzog.
LVI. VAMPIR-CUADECUC . Acerico existe sólo a través de los espejos y se sostiene justamente por las estacas que lo atraviesan. En este sentido es la inversión de un vampiro.
Pero también se podría asumir como una egagrópila de un espectro y podría destacarse que los dibujos delatan estacas salientes.
LVII. SILENCIO. Acerico nació a partir de los ritmos marcados por palabras cargadas de metáfora y golpes de silencio ensordecedor.
Hoy he redescubierto la música, como estímulo de constancia, paciencia y narcótico ¿por qué ese ir y venir, después de tantos años, de un recurso tan obvio?
LVIII. ÁNGEL GONZÁLEZ
Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes, respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Ojos de goma, plástico plato, acericos como despojos.
LIX. ADORACIÓN. Se trata de un templo erguido alrededor de un pozo sin fondo. Acericos como exvotos depositados en torno a un agujero negro.
LX. VIDA. (Alrededor del sarcófago de Chernóbil mamíferos y aves se multiplican).
No se trata del insistente vuelo de una mosca en torno a un hueco espinoso, nauseabundo, sino de la fina e indecible textura que habita entre la yema de los dedos. Algo que podríamos atrevernos a llamar felicidad.
LXI. ILUSTRACIÓN Y AUTONOMÍA. Cuando el proceso creativo se halla entretejido con textos, conceptos o ideas externas uno corre el riesgo de convertir su trabajo en el sirviente de una lógica ajena, a modo de “ilustración” (nada nuevo; del mismo modo que a los 18 años me propuse pintar los tres mundos de Popper, hoy puedo pensar que mis dibujos pueden ser simples esquemas más o menos “ilustrativos” de ideas de Žižek o Lacan).
LXII. BORDE INFINITO. Una mosca sabia nunca muere atrapada en la miel. Sin embargo eso no le impide volar en torno al borde de una nube de aguijones… indefinidamente.
LXIII. ORGULLO CURVO. Acerico curva el espacio en tanto que esférico. Al igual que el estúpido mide el mundo con el canon de su cretinismo.
LXIV. ASPAS. Las espinas hoy se ensanchan como aspas ancladas en un no-lugar.
LXV. ASPERITO. Dícese del acerico aspado, con aspecto espiritual. Que ahuyenta el miedo y los embustes de un solo soplo.
LXVI. CONSIGNA. Antes ser un acerico que un muñeco de espuma.
LXVII. DETERMINACIÓN. Sacar la pulpa a cucharadas para dejar las raíces al Sol, hasta quemarlas.
LXVIII. SER LA LEY. La ley del padre es estructura de significantes vaciada de la pulpa de la vida. Un lugar duro y vacío a la vez. Uno se convierte, en tal lugar, en un vértice (de los infinitos posibles) de un arco capaz, tenso, como el arco de Heráclito.
Es en este sentido que acerico es una piel apergaminada vacía de contenido y su destino es la soledad de su propia oquedad.
LXIX. DIQUE. La ley del padre es un dique seco. Opuesto y, a un tiempo, necesario al tejido de la raíces henchidas que formula la vida.
LXX. BASURA. Un cubo estructurado a partir únicamente por redes de significantes se convierte rápidamente en un cubo de basura al no correr por él la savia de la vida.
Un acerico, luego, es un frío contenedor de desperdicios
LXXI. DECISIONES ESPINOSAS. Acerico combina una colección de espinas/agujas (como sarpullido fruto de un conjunto áspero de decisiones, siempre fundamentales, mal tomadas) y una piel blanda como los sueños: Las tablas del teatro del mundo podridas por la humedad.
LXXII. PENSAR EN POSITIVO. El cenizo acerico piensa también en positivo (con un cierto punto de concesión). Así es como los clavos devienen espinas, éstas, henchidas, aspas y, finalmente, plumas…alas.
Sólo falta que Otto Lilienthal colabore en nuestro proyecto.
LXXIII. EQUIVALENCIA. Un acerico sin espino equivale a una muy suave colita de conejo.
LXXIV. OLFATO. Es fácil oler al chacal. Ante sus ojos, acerico sonríe y se sonroja.
LXXV. LA COJERA DE HEFESTO. La vida es la materia base del mito. Pero aquélla, como malla de experiencia y cuerpo, siempre escapa a éste. Uno y otro son irreductibles. También, pues, en este sentido el mito (y un paso más, el arte) crea una nueva realidad distinta a su lugar de nacimiento.
Este esquema tan simple deja escapar múltiples bucles generados en el proceso. Escapan los olvidos, las pérdidas, los engaños, el camuflaje; También los huecos fundamentales.
El espacio de la filosofía es esta raíz no dicha, no explicitada.
Sin embargo el gran arte, aquél que escapa de efectismos y destellos objeto de aplauso generalizado, comparte una dimensión metafísica: la de desvelar aristas y caras ocultas constituyentes.
LXXVI. VERDE. Una maquinaria basada en un tejido de significantes habla la lengua del verde de la herrumbre. La carne de la vida está urdida del verde de la hierba irlandesa. Uno y otro verde deben fusionarse para que el ser fluya en toda su intensidad.
LXXVII. I HAVE A DREAM. El día que B. Obama ganó las elecciones de U.S A. acerico comprendió que uno de los rostros de la traición radica en el asesinato de la esperanza.
LXXVIII. SÓLO ADMITE INVITADOS. Algunas puertas cerradas se yerguen como espejos de torsos emplumados.
LXXIX. VIVA LÁGRIMA La felicidad del espíritu habita en el lacrimoso intersticio entre el párpado y el ojo.
LXXX. FLIP-FLOP. Me serena la idea de la capacidad de permanecer en vibración en un estado determinado (o en el contrario) durante un tiempo indefinido.
LXXXI. ADORNO Y DELITO. El canalla habita, como el cangrejo ermitaño, en el hueco intersticio de la voluta de la arquitectura de fachada.
LXXXII. FELICIDAD SALADA. (21 gramos de agradecimiento a la señorita Poulain).
Llegar a ser molino alto y ligero. Así, sin más, destapar las fosas al viento cargado de millones de gotitas marinas.
LXXXIII. BAJO SOSPECHA. El “poulenismo” se extiende como una mancha en variopintos ámbitos; desde la danza contemporánea a la publicidad televisiva institucional. Casi podríamos encontrar equivalencias en alta política y en modos domésticos e íntimos.
Como si con esa bondadosa ingenuidad y ritmo circular quisiéramos escapar de insoportables espectros.
LXXXIV. PLATONISME ESCAPÇAT. La metáfora de las plumas del Fedro platónico recuerda lejanamente nuestro borbotar.
Sin embargo, en los dibujos presentes, nuestras eclosiones son fragmentarias, heridas, henchidas de plumas rotas, descabezadas.
LXXXV. NEOPLATONISMO. Sin embargo, en los dibujos inmediatamente precedentes a los referidos anteriormente sí había un germinar digno de las metáforas de Platón y Ficino. Quizá una simple cuestión de estados de humor.
LXXXVI. GRAN COLISIONADOR. Estos días de fin de año de 2008 se cumple un año de nuestro sueño, en estado gripal, que dio un fuerte empujón a nuestros “dibujos preparatorios” sin fin. Como si se tratase de un aborto no previsto del LHC.
LXXXVII. UN MUNDO FELIZ. Juventud, por encima de todo, desde hace más de medio siglo.
Buscar el niño interior, cada vez más, en ámbitos y frentes insospechados.En un futuro no muy lejano: Buscar nuestro idiota interior, como ya hace una década formuló Lars Von Trier.
LXXXVII. AMORAL. Cerca de 1912 se formuló una correlación entre moral, tabú y neurosis. Hacia los nódulos que articulan ese paralelismo se dirige parte del veneno que corona las espinas de acerico.
LXXXVIII. VUELTA AL INICIO. Enero 2009. Ante la imposibilidad de deshacerse de las espinas, perforadoras de silencios, acerico adoptó, esa noche, la solución de Cianes.
LXXXIX. PESADILLA DE LA RAZÓN. Atenazar al sujeto con los dientes, moliéndolo toda la noche. Masticar su fragilidad, hasta devastarlo. Sujetarlo para que no se escurra. Y vuelta otra vez.
Sujetar lo que rodea el vacío radical para que el resto no quede en nada.
XC. DESCARTES. Segunda noche con fiebre: Verlo todo cartesianamente. Las ideas, las arquitecturas, las fórmulas máximamente ordenadas, claras y evidentes. Desplazándose como una lluvia calma ante mi mirada
XCI. ERIAL. Ayer, invierno de noche, me llenaba la sensación de poder cortar el aire cálido con un cuchillo. A uno se le antojaba oler a sangre reciente y espesa.
Al día siguiente el viento, esta vez sí, frío, abatió muros matando niños.
Hoy acerico murió bramando en un erial.
EPÍLOGO
KAFKA.(...) Con los ojos vidriosos, K. vio aún cómo los señores, muy cerca de su cara, mejilla contra mejilla, observaban la decisión. "¡Como un perro!" dijo; era como si la vergüenza hubiese de sobrevivirle.
CACOFONÍA. Cacofonía lateral.
CONCLUSIÓN de marzo de 2009. Un acerico es la imposibilidad de ser figura. Forma positiva.
Tiene su origen en una hibridación abortada: El encuentro entre la deriva de un molde protésico en negativo y una caracola repetitivamente positiva.
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